la quintaesencia del eufemismo

El contrato indefinido de apoyo a emprendedores.

1º porque emprendedores son aquellas empresas de menos de 50 personas en plantilla. Es decir, la inmensa mayoría de las empresas de éste país.

2º porque le llama indefinido, pero tiene un periodo de prueba de 1 año durante el cual puede rescindirse el contrato. Es decir, temporal de hasta un año, despido sin causa y sin indemnización.

Pero, además, la Reforma Laboral dice que los emprendedores (empresas de menos de 50 osea la mayoría) tendrán bonificaciones fiscales por usar esta fórmula de contratación, si el contrato se formaliza con personas que están en desempleo y que tengan prestación por desempleo. La ley permite que se perciba el 25% de la prestación además del salario, pero ¿qué sucede con el 75% restante? van a sufragar las bonificaciones fiscales de las empresas. Esto se llama pagar por trabajar.

Y además, ya anunció el Gobierno que si no se acepta el empleo que se le ofrece a una persona desempleada, a la tercera negativa pierde el derecho al desempleo. Es decir, que se te obliga a trabajar en algo que no quieres, no te gusta, no tiene que ver con la formación, del que, en un año, lo más probable, te echen sin indemnización y encima, pagas por ese empleo el 75% de la prestación. Y además por ley.

Y probablemente éste contrato lo formalizarán el 90% de las empresas de éste país. Claro que no para todo. No todos los puestos de trabajo permiten un funcionamiento tan a salto de mata contratando por menos de un año, es cierto, para el resto ya está el despido barato, con causas abstractas como previsión de pérdidas, o concretas como la ausencia al trabajo, aún justificada por enfermedad, de 9 días en 2 meses.

Y las mujeres también tendrán alguna dificultad añadida para ser contratadas mediante esta fantástica fórmula de contrato indefinido, pues la prioridad de contratar personas en desempleo con prestación, también es desfavorable para ellas, pues de las mujeres que perdieron su empleo en 2011 en Asturias, solo el 50%  tiene derecho a la prestación, y también es de menor cuantía.

La ruptura del principio fundamental que rigen las relaciones laborales: yo trabajo y percibo un salario por ello, está herida de muerte. Desde que se abolió la esclavitud, este principio ha sido respetado siempre por las partes y sobre él se ha edificado toda la legislación laboral, por tanto si desaparecen los cimientos el edificio se viene abajo.

Por eso, el 29 de marzo, iremos a la huelga general, porque hay que parar la reforma laboral.

                                                            Frambuesa.

FOTO: "Iana" de la Huelga General 29 de septiembre de 2010. Oviedo.