30 de septiembre de 2012

Aborto libre y gratuíto.


¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!

Pero es que ¡hay que ver! si son cuatro locas las que van ahí con la pancarta, y ninguna cumple ya los 30... pero ¡qué caray! es que si no se protesta, en éste país no se entera nadie de nada... lo del aborto tiene tela... toda la vida igual, que digo yo, ¿por qué no se puede abortar sin mas? la que quiera abortar que aborte y la que no, pues no... no entiendo yo por qué se tiene que meter nadie en esa decisión... ¡allá ella! su conciencia, ¿quien soy yo para juzgarla? porque igual es una chica joven que cometió un desliz y quieras que no, para sacar una criatura adelante, hay que tener dos dedos de frente y dedicarle mucho tiempo y ¡adios estudios! igual se pierde una gran científica... y si es una niña, creciendo aún, porque yo con 9 años ya tuve la regla, osea, ya era fértil ¡con 9 años! ... o si fué violada, ¡menudo trago! ¡pobrecilla! pues que decida ella ¡a ver! ¿con qué cara le dice nadie que tiene que parir el fruto de un acto tan horrible?... es que hay gente que no piensa ni un momento en el dolor ajeno. Y siempre con sus rollos sobre que si es una vida.... también un tumor es algo vivo y bien que te vas a la tajadera para sacarlo antes de que crezca... O si es una mujer de esas familias tradicionales, esas del honor pegado en el culo... y un embarazo fuera del matrimonio fuera una mancha tal que podrían obligarla a un casamiento que no quiere, con un sinverguenza o un maltratador... o la matan que todavía hay casos... ¿es más importante una vida que otra?... ¡ Pues, anda que una como yo! con la prole criada ya... que me lleve el susto de quedarme ahora... claro que yo, ya.... con mi edad... lo de preñarme va a ser difícil .... y yo que me alegro que ni ganas tengo de volver a pasar por los pañales, noches en blanco, sustos variados, los deberes, los juegos, las amistades, los amores y desamores, el trabajo .... claro que menos mal que ahora puedo poner medios, no como antes que ni había... bueno y que  tengo dinero para los anticonceptivos, que ya subió el IVA y se nota, quieras que no... en estos tiempos hay que mirarlo todo... pero ¡vaya! ¡que ni de broma tendría yo ahora ni siquiera un embarazo, menos un hijo o una hija...! ¡si sería como mi nieta! porque la pequeña mía ya tiene 19 años y bien podría quedarse embarazada y ... podría decidir si hacerme abuela o no, sin que yo me enterara ni opinara sobre el tema... aunque con lo que quieren cambiar de la ley... no se yo si más adelante podrá decidir por sí misma...¡ si hasta han dicho que aunque lo que venga tenga una malformación no podrán abortar! ¡Si es que eso es como una tortura! ¿a qué madre se le puede obligar a parir un ser que va a ser dependiente? y encima luego no tendrá ayuda de nadie, ni de las instituciones ni de nadie... ¡qué bonito! ¡claro, siempre salen perdiendo las pobres! ¡como siempre! y esa madre sufriendo toda la vida... ¡mala gente! ¡son mala gente!
Pues no, no son cuatro locas... son más de cuatro y de locas nada, y poco gritan porque las mujeres, como mi hija, no se enteran de nada... tanto aparatito y tanto ordenador y nada... se enteran de un pedo que se tira nosequién en la otra punta del mundo pero de ésto... ¿se darán cuenta de lo que les quieren quitar? ¡que volvemos a los tiempos de la dictadura! la que tiene dinero a Londres, las pobres a las mesas de cocina a jugar a morir desangrada, a que le estropeen la matriz para siempre, a ser denunciada... 
_ ¡Vanesa! ¿Dónde estas?
_ (.....)
_ Estoy con las del aborto. (....) Sí, en una manifestación contra la reforma del aborto del ministro (...) ¿por qué no te acercas, hija? esto es más pa ti que pa mi....(...) Pero si hasta las 10 no cierran y estás aquí al lado (...)
¡Pues deberías estar aquí! 

                                               Frambuesa, demasiado vieja para preñarse, demasiado joven para no luchar.

Foto de Fb del muro de Isa Feminista que estuvo en la mani del 28 de Septiembre de 2012 por las calles de Oviedo.

20 de septiembre de 2012

erase una vez...

Lisi era una niña que vivía en un lugar llamado Pola de Sal. Era una niña hermosa, de largos cabellos ondulados, sonrisa cándida, risa alegre y muy buena.
Cada día se levantaba temprano para hacer todas las tareas que tenía encomendadas y lo hacía con alegría y entrega. 
Lisi crecía feliz y aprendía rápido, era aplicada en sus estudios y era el orgullo de sus maestros e incluso el Duque de Terra Cera prodigaba loas y alabanzas sobre ella.
En Pola de Sal también sucedía que había muy pocas mujeres. Generación tras generación la natalidad de niñas era ínfimo, pero además, cuando Lisi nació, habían pasado más de 10 años sin que se hubiera producido nacimiento alguno y ella fué la única niña.
Pero el tiempo es imparable e indomable y aliado con la naturaleza, Lisi se fué convirtiendo en una hermosa mujer. Trabajadora y una de las mejores luchadoras que había en el pueblo, era amigable, inquieta y pasional, lo que despertaba la simpatía de la gente y algún que otro enamoramiento. Nunca desapareció su alegría, ni dejó de cumplir sus tareas con entrega y nunca dejó de aprender, tal vez por ello y porque nunca dudó de la confianza que su pueblo le hubo entregado, osó cuestionar las normas.
Lisi se preguntó y preguntó en voz alta por qué habría de obedecer sin rechistar y sin poder opinar o cuestionar la finalidad del cumplimiento de esos deberes impuestos. Y el Duque de Terra Cera lo oyó.
El Duque era un hombre autoritario, acostumbrado a que sus deseos se cumplieran. Iba rodeado de una corte de aduladores, fieles, acobardados y sumisos que lo aupaban y mantenían en su trono y se encargaban de que en Pola de Sal, e incluso en los territorios colindantes, los deseos del Duque de Terra Cera se cumplieran, así que, bajo los efectos de la ira y la rabia, el Duque de Terra Cera, reunió a su cónclave y  condenó a Lisi a muerte.
La noticia cayó como una bomba en Pola de Sal. La gente desconcertada fué enterándose de la noticia poco a poco, con cuenta gotas, pues la decisión la tomó el Duque en persona y lo comunicó a sus secuaces para llevar a cabo la ejecución. 
Un rumor de rebelión iba saliendo de los corazones de la gente, la condena era tan injusta que el Duque de Terra Cera tuvo que esforzarse a fondo para acallarlos. Amenazas a las familias, represión entre quienes aún tenían valor de contradecirle, jaurías de lobos adiestrados para amendrentar por los caminos y ante las casas... Al fin la oposición fué silenciada. Quienes querían a Lisi lloraban lágrimas de impotencia en la penumbra silenciosa de las casas, quienes no la conocían demasiado, sentían la rabia de una decisión injusta... y la frustración lo llenaba todo: el aire, la comida, la tierra... se filtraba entre las rendijas y todo el mundo mostraba un gesto serio, lleno de tristeza y decepción.
Y sucedió lo inesperado.