injusta, ineficaz e inútil reforma laboral

Hoy en Gijón, otra vez, dijimos NO a la reforma laboral. Una reforma laboral tan agresiva como dijo De Guindos o más. Abarata muchísimo el despido (con el nuevo contrato indefinido de apoyo a emprendedores es gratis), permite que las empresas se descuelguen de todas las materias acordadas en la Negociación Colectiva (turnos, descansos, vacaciones, jornada, salarios, planes de igualdad...), el absentismo aún justificado por una IT puede ser causa de despido (9 días de baja en 2 meses)... en resumen, es la precarización generalizada por ley para toda la sociedad sometiéndola a una inseguridad total a través de la precarización de las condiciones de trabajo, ya que el empleo es un contrato en la que por el trabajo desempeñado se percibe un salario, salario que nos permite comer, vestirnos, pagar el autobus, la luz... en definitiva, vivir.

Porque esta reforma laboral permite y alienta la descapitalización del Estado con el trasvase masivo de recursos públicos a manos privadas (salarios de tramitación que se eliminan, prestaciones por desempleo que pagan cuotas empresariales, bonificaciones fiscales, privatización del servicio público de empleo...).

Porque someterá a la población a una escasez de recursos sociales y asistenciales necesarios para la cohesión social (hospitales, centros de día, casa de acogida, centros de salud, escuelas públicas y rurales, servicios de atención a drogodependencias, salud mental....¿sigo?) fruto de ese trasvase de recursos y unido a los recortes presupuestarios para ajustar el déficit público a lo que nos manda la Unión Europea, va a a suponer el desmantelamiento de las ya de por si insuficientes infraestructuras de servicios públicos.

Y como esta Reforma Laboral no tiene el preceptivo impacto de género a que obliga la Ley Orgánica de Igualdad efectiva entre mujeres y hombres, vigente, pues no tenemos ni idea de cómo puede afectar a las mujeres, aunque podemos aventurar algunas conclusiones desde la lógica y prever que mal, que peor, que remueve los obstáculos para levantar muros en el camino de la igualdad.                  

Limita el disfrute de la hora de lactancia a uno solo de los progenitores (antes era indistinto) en caso de que ambos trabajen, limita el derecho de flexibilizar la reducción de jornada a la diaria (antes se podía acumular por periodos), aunque permite acuerdos en la negociación colectiva (ese convenio que las empresas pueden incumplir por ley), elimina la bonificación por retorno al empleo tras la maternidad: Frenos a la conciliación que, en este país, reacae en las mujeres y son quienes más se acogen a ellas.

¿cómo afectará que se permita aplicar el despido objetivo al personal laboral de la administración Pública? teniendo en cuenta que el 60% de los puestos de trabajo son ocupados por mujeres, por simple proporción, los despidos recaerán mayoritariamente sobre ellas, en un sector feminizado, el único que tiene unas condiciones laborales estables, con derechos, con posibilidades de promoción, se precariza.

Y como se sigue destruyendo empleo en el sector industrial, será el sector servicios, donde aún resiste la contratación, el que absorba parte de ese sector de personas desempleadas, y como es un sector feminizado, el 80% del empleo lo ocupan mujeres, la competencia será mayor y como las mujeres encuentran mayores obstáculos para acceder al empleo y para mantenerlo, pues será probable que terminarán por irse, bien con el despido objetivo o bien por la imposible conciliación, el caso es que el mercado laboral sigue configurado sin tener en cuenta a las mujeres. Y para colmo, la ola de ideología de iglesia rancia e incensiario caduco que vuelve a cuestionar, con virulencia, nuestros derechos y libertades.  

Entonces... ¿no hay motivos? para esta manifestación en Gijón hoy y el otro día, para hacer concentraciónes en Oviedo y los próximos días donde se tercie. Para una Huelga General. Allí estaremos. Frambuesa
(Foto "Iana". Manifestación 11 de Marzo en Gijón contra la Reforma Laboral)