Una reforma laboral injusta, innecesaria e inútil. Injusta porque los derechos que se pierden son los nuestros y a cambio el poder empresarial se refuerza.
Innecesaria porque la patronal y los sindicatos mayoritarios habían alcanzado un acuerdo sobre la negociación colectiva, un acuerdo duro que incluía moderación salarial y flexibilidad interna pactada, así pues, también ahí hubo sacrificio, el nuestro, arrimando el hombro, como nos dicen, con responsabilidad, como también nos dicen...
Inútil para crear empleo, porque santificar el despido sin causa y sin coste lo que favorece es el despido, no el empleo, no hay que ir a Harvard para llegar a esa conclusión. Y también, el empleo que se va a crear será precario, de salario mínimo, sin derechos y sin indemnización, eso si, las empresas tendrán bonificaciones para contratar.
Es injusta porque somete a la sociedad a la inseguridad total,pues nuestra vida entera gira alrededor del empleo que nos da el salario con el que pagamos la manutención, la vestimenta, la luz, la calefacción, la gasolina... la vida entera. Y también por la crisis nos suben la electricidad, los impuestos, suben los huevos... nuestro poder adquisitivo está en caída libre... la sociedad se empobrece más, se acrecientan las desigualdades, de género, de clase, de diversidad, de discapacidad, de inclusión social... engorda las raíces de la violencia, por ejemplo de género.
Y si a ésto le sumamos los recortes presupuestarios que son los que financian la sanidad, la enseñanza, los servicios sociales, los servicios públicos, la administración entera... ¿a dónde nos llevan? ¿qué más hemos de sacrificar? ¿en nombre de quien? y ¿quién lo dice? Nos lo dicen personas que viven en la élite, con sueldos de élite, con negocios de élite; gente que se gasta el salario de un año en el tirador de la cisterna, y a su lado, los gobiernos, esos que elegimos en sufragio universal, libre, directo y secreto... metidos hasta el cuello en una deuda descomunal que pretenden que paguemos y de la cual nos culpabilizan... Yo digo no, que hasta aquí hemos llegado, por eso secundo la huelga general, de forma cívica, ética y activa, y mañana espero que dios no diga nada y seamos cada vez más quienes tengamos, no solo voto, si no también voz.
La mayoría absoluta de un gobierno le permite legislar lo que quieran, pero no pueden gobernar contra la sociedad.
Ana Alonso
Frambuesa en huelga que la prensa escrita está ya en huelga.