Aunque bien pudiera parecer titular típico del 28 de diciembre, escrito para ser una inocentada más; el que se publicara el día 26, hiciera referencia a una mujer asesinada por su pareja y que fuera firmada por la Ministra de Igualdad deja claro que es una nota oficial.
Ana Mato es a día de hoy la ministra de igualdad, la representante de la ciudadanía y de sus derechos, la ministra que ha de ejecutar los mandatos del pueblo con el compromiso de hacer realidad los “sueños” propios de las mujeres. Es la ministra encargada de articular con dinero público las medidas y herramientas necesarias que nos permitan ocupar el espacio que nos arrebataron culturalmente. Ana Mato es quien ha de visibilizar la lucha social y transmitir el verdadero significado del feminismo acabando con políticas y discursos que solo alimentan a quienes nos quieren volver a silenciar. Como ministra de igualdad será ella ante el “mundo” la cara visible de las personas que queremos que acaben de una maldita vez los asesinatos, las puñaladas, las palizas, violaciones y secuestros que sufren cada día cientos de mujeres sin salir de nuestro propio país.
No hemos necesitado más que una víctima para decepcionarnos ante lo sucedido, ante la reacción de la máxima representación política en derechos de igualdad de trato. Quienes defendemos políticamente la igualdad nos sorprendimos e indignamos, aunque de alguna manera ya lo vaticinábamos; lo que no es tan normal es que las creencias de la ministra de igualdad -tras escuchar sus declaraciones- provoquen desconfianza en el sistema. Ana Mato provocó con ello que una mujer visiblemente marcada por la violencia de un hombre se preguntara preocupada si ahora, además de luchar contra el machista, tendría que hacerlo contra la ministra. No sé si esa mujer en las elecciones depositó el voto pensando en Ana Mato concretamente, lo que si se es que lo depositó con la seguridad de que votaba a quién prometía ayudar a las mujeres que sufrían la violencia de sus maridos; violencia que se define de género en todos los documentos oficiales, pactos, acuerdos, planes etc. que las siglas políticas a las que representa, defendieron, apoyaron y asumieron hasta el día de hoy.
Esperamos que esto se quede en una anécdota de mal gusto, en un error político, en una enajenación momentánea, en un cuelgue informático de datos, en lo que sea, pero no en una realidad que nos llevaría a retroceder en favor del asesino. Quienes cada día topamos con la violencia de género de frente sabemos que detrás está el interés del patriarcado, el interés de diluir entre otros conflictos sociales una realidad que tiene rostro de mujer. Afortunadamente en este tiempo nos han educado para entender que machista es la actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres mientras que feminista es la doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres, y un movimiento además, que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.
La Secretaría de la Mujer de CCOO va a seguir defendiendo la dignidad de las mujeres rescatando todas las medidas necesarias, haciendo seguimiento de los recursos económicos y humanos, denunciando públicamente toda acción desigual. Ya es poco real que las Víctimas de Violencia de Género se publiquen y traten anualmente procurando obviar que tras las 12 uvas se toca un botón y la cuenta se pone a cero, como para tolerar con el silencio cómo el máximo órgano de la igualdad entra al <trapo patriarcal> para ocultar la realidad.
Tomatito Cherry
Es lo más cercano a mi opinión sobre el tema de todo lo que he leído hasta ahora. Un acierto este blog, mis felicitaciones. Marissa.
ResponderEliminarEl lenguaje, una vez más, no es inocente. Ya lo sabíamos, y llamar a la violencia de género de forma tan peyorativa (violencia en el entorno familiar)contiene una carga ideológica profunda y muy arraigada. Insultante, pues como dices, cada 1 de enero el marcador se pone a cero, tal vez porque si sumáramos las víctimas año tras año, nos espantaría, tal vez habría que hacerlo y así fuera más visible el crimen contra las mujeres, por el hecho del serlo. Muy buena reflexión que comparto. Ana Alonso.
ResponderEliminarLas cifras oficiales desde 2003 hablan de 606... repito, desde 2003, creo que sobra decir nada más. También comparto la reflexión.
ResponderEliminarEl periódico de tirada nacional Público recogía al poco de nacer, las reivindicaciones de muchas voces feministas que pedíamos que los medios tratasen la violencia machista con rigor. El resto de medios (dado que lo suyo es copiarse unos a otros) tomaron medidas similares, entre ellas tratar las noticias como violencia machista o de género, en vez de violencia domestica o familiar. Aunque yo no esto muy de acuerdo con eso de "violencia de género" (cuestión de otro debate), lo que sucederá si dejamos que comentarios como ese "violencia en el entorno familiar" ganen terreno, es como señalan las compañeras, volver a tras en los avances conseguidos socialmente, aunque me genere muchas dudas la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres, el lenguaje construye realidades y hablar de problemas familiares y no de problemas sociales dejará a las afectadas sin derechos ni recursos.
ResponderEliminarOs dejo el enlace con el decálogo de Público (periódico que posiblemente cierre en breve) sobre cómo tratar las noticias de violencia machista.
http://www.publico.es/espana/39014/publico-se-compromete-decalogo-para-informar-sobre-violencia-de-genero.
Melania Fraga
Y yo me pregunto, que como es posible que la Sra. Ministra no pueda distinguir entre un término u otro. La ley lo define claramente.
ResponderEliminarMiedo me dan.
Porque para el 91.02% de las mujeres del partido popular y derecha en general existen causas que justifican la violencia a la mujer y que si no existe violencia hacia los hombres es porque se esconden las cifras. Para ellas no tiene que haber distinción de sexo entre quien es asesinado porque eso solo es discriminación negativa hacia los hombres. Son unas verdaderas patriarcas a las que deseo todo lo peor y además que se extingan pronto.
ResponderEliminarSí, las víctimas son ellos... POR LOS COJONES. Son víctimas sí, pero de las leyes sociales del patriarcado que ellos mismos crearon y que siguen perpetuando.Y si a los que son denunciados por violencia de no les gusta su sentencia (porque claro ,él nunca la ha tocado, faltaría más)pues se inventan bulos y falacias sobre la LVG y ya está. Si es que lo tienen tó medío los embusteros esos (me refiero también a abogad@s y jueces/zas) Qué mundo este.
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