24 de enero de 2012

el metro de platino iridiado o el infarto de miocardio

El metro de platino iridiado es una barra que mide un metro y se encuentra depositada en la oficina de pesos y medidas de París. Se considera que es la diezmillonésima parte de la distancia existente desde el polo al ecuador, y aunque la definición de metro ha variado, la famosa barra se sigue considerando un patrón válido en aquellas partes del mundo que han adoptado el sistema métrico decimal como magnitudes de uso.
Y es lo que sucede con el androcentrismo, que es el metro de platinio iridiado con el que se mide y evalúa el mundo.


Todo el mundo conoce cuales son los síntomas de un infarto de miocardio: dolor agudo en el brazo izquierdo, náuseas, dolor en el pecho, dificultad respiratoria. Además también conocemos los factores de riesgo, aparte del tabaquismo o la obesidad, el colesterol alto y la hipertensión. Y en ese convencimiento nos movemos.
Pero, ¿realmente es así para toda la población?. Recientemente leí un artículo sobre la salud de las mujeres y lo he contrastado en internet en varias páginas sobre salud, y en todas las páginas se advierte que los síntomas del infarto de miocardio en las mujeres son muy distintos: dolor difuso en la espalda, dolor de cabeza o cara, dolor abdominal, mareos. Son síntomas distintos a los de los varones y más difíciles de detectar, por un lado por la creencia generalizada del dolor agudo en pecho y brazo izquierdos (que en las mujeres apenas aparecen) y por otro lado porque se camuflan con otros malestares, puesto que no hay un dolor intenso que nos alerte. De hecho, es frecuente que las mujeres que sufren infarto de miocardio relaten episodios de dolores, mareos y otros malestares sufridos durante semanas, a los que no dieron la importancia que tienen.

La salud de las mujeres por nuestra biología y entorno es distinta, y las causas de mortalidad femenina, también son distintas. Sin embargo, en pocas ocasiones se nos expone, publicita, divulga o informa de ese hecho diferencial. Seguimos comprobando en las analíticas el colesterol, las transaminasas, los triglicéridos y el ácido úrico, y en pocas ocasiones se nos analiza el ácido fólico, la búsqueda de indicadores de enfermedades endocrinas (tiroides, diabetes y otras) y en demasiadas ocasiones se nos despacha con tranquilizantes porque se nos considera más quejicas, más neuróticas y más depresivas. Sin duda, ante los mismos síntomas el tratamiento para mujeres y hombres desde los sistemas de salud, son distintos, pero no porque se aborde el hecho diferencial si no porque las referencias de salud han tenido, históricamente, el patrón masculino como universal. Y también por prejuicios porque creo que a todas, al menos de una cierta edad, nos ha dicho el médico eso de que la regla no duele y te despachaba para casa sin soluciones ni interés. Aunque no se lo que es peor, porque ahora te puedes ir para casa cargada de medicamentos (antiinflamatorios, relajantes musculares y tranquilizantes) que tampoco es eso, porque tener la regla no es una enfermedad y ser mujer, tampoco.
                                                                                                           Frambuesa

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