...Y con su llegada, la duda existencial que nos asalta cada Navidad..¿que regalamos??? En el caso de las personas mayores, lo vamos librando... pero lo de los niños y las niñas...vaya tela, se nos queda el encefalograma plano. ¿No os ha pasado estar media tarde preparando un regalito con lacitos y demás, para que ellos y ellas se entretengan más con el papel, que con el juguete en cuestión?...
También pasa, que el padre de turno (en este caso era un padre), compre a su niño de dos años, la pista de carreras más grande que había en el hiper; ¿para quién era la pista?. Ya podéis imaginar lo que pasó, en cuanto los coches se pusieron a dar vueltas, el niño se dedicó a pisarlos y darles patadas...creo que la pista en cuestión está difunta.
Otra vez, vendiendo yo juguetes, me llegó un abuelo que buscaba para su nieta un coche de radiocontrol, pero no cualquier coche... os hablo de cuando Alonso estaba en Renault, ganándolo todo... pues la niña, quería el coche del rival de Alonso....Yo lo único que le pregunté era los años que tenía la criatura... cinco añitos, me quedé muerta, tan pequeña y con las cosas tan claritas...
Lo que yo creo que nos pasa, es que compramos como si nos lo fuesen a quitar de las manos y debemos entender que ellos y ellas tienen sus propios gustos y necesidades. ¿Para qué están las clasificaciones por edades, por ejemplo? Nos las pasamos por la peineta... cuántas veces habré oido lo de: "no, no tiene los años, pero es que es muy listo o lista"... vale, lo será, pero con la edad que tiene, no puede sujetarse la cabeza... joder.
Por si os sirve de ayuda, el Instituto Tecnológico del Juguete, tiene en su página una guía de consejillos que os pueden ayudar a elegir bien, con clasifacaciones por edades o dependiendo de las actividades. Por supuesto los juguetes nunca deben ser sexistas. Si tu sobrina te pide una cocinita, regálasela, pero si es tu sobrino, regálasela también... no olvidemos que muchas cosas las aprendemos por imitación, y si desde la infancia nos acostumbramos, a través del juego, a normalizar situaciones cotidianas, luego nos cuesta menos.
Hoja de Roble.
Otra circunstancia que se da, con demasiada frecuencia, es la acumulación excesiva de juguetes o regalos a lo largo del año. Yo creo que hay cosas que son de sentido común y es cosa de los padres decidir si quieren educar a un hijo bajo la influencia del consumo o por el contrario fomentar las actividades al aire libre, como son ir en bici, jugar a pelota, ir a los columpios o hacer excursiones o las manualidades, por poner un ejemplo más casero, que llenan mucho tiempo. En el fondo es un reflejo del tipo de sociedad en la que vivimos,
ResponderEliminarllevamos años sin fomentar el ahorro. Quizá las circunstancias económicas actuales nos obliguen a apretarnos el cinturón y por ende se corrijan estos errores.
En muchos paises de Europa, mucho más ricos que nosotros, se fomenta el mercado de segunda mano. Yo se de gente que viste a sus niños y compra juguetes en esas tiendas, y no son personas pobres, son personas con sentido común. A un niño no le hace falta ir a la moda, ni es necesario que lleve el último modelo de cochecito...
Un saludo.
Hoja de Roble, es muy cierto lo que dices. Recuerdo unos reyes en mi casa que le trajeron a mi hermano un coche, un 127 que se abrían las puertas y como yo era mayor se lo confisqué... y ¡qué bien me lo pasaba yo con el cochecito de marras! aunque mis padres lo veían mal porque no era propio de niñas... ¡cuantos recuerdos me ha traido esta entrada! Gracias compañera. Ana Alonso
ResponderEliminarUna experiencia que hace una amiga con su hijo de 5 años (y que viven en un pequeño piso) es por cada juguete que entra otro sale, el niño decide que juguete, en buen estado, sale. Esto además de posibilitar el que los juguetes no inunden el apartamento, favorece el crear redes entre las madres/padres para no tener que comprar juguetes nuevos, ya que los juguetes rulan. y muy de acuerdo con las compañeras que llaman a no fomentar el consumismo.
ResponderEliminarMelania Fraga