El
anteproyecto de la Ley 7/1985 de Bases de Régimen local, pretende la reducción
de las competencias municipales centralizándolas en las diputaciones
provinciales o en las 7 comunidades autónomas uniprovinciales reduciendo el
número de concejales y concejalas de forma que haya MAS MERCADO Y MENOS ESTADO. Este nuevo proyecto nos lleva a la
privatización de recursos y ganancias y la socialización de las pérdidas. Se aleja
cada vez más de la ciudadanía, precisamente en aquella administración más
cercana, la local. Es una importante pérdida de democracia.
Dicho esto,
Ø la
reforma va a incidir negativamente en la igualdad entre hombres y mujeres
porque en primer lugar suprime el art.
26 de la Ley que permitía desde hace años tener planes de promoción de igualdad
en consonancia con el artículo 9.2 de la Constitución,
Ø discrimina a las mujeres del medio rural, al
eliminar la competencia a aquellos ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes
Ø restringe la autonomía local para responder a
las demandas ciudadanas ignorando el mandato constitucional de promover la
igualdad de Mujeres y Hombres en la vida local (políticas municipales de
igualdad, objetivos evaluables, recursos humanos y materiales propios y
adecuados)
Ø dificulta enormemente el cumplimiento de la
ley integral contra la violencia de Género de 2004 en su aspecto de asistencia
social integral que exige la concurrencia de los ayuntamientos
Ø y
por ultimo atenta contra la democracia paritaria, ya que la elección de 68.462
concejalías constituye el ámbito mas extenso de participación de mujeres
directamente elegidas, la inmensa mayoría no retribuidas, en la toma de la
decisiones.
Estamos
viendo como las políticas de igualdad están siendo mas que recortadas, mutiladas, porque para el poder, la
igualdad es la cabeza de turco de todas las políticas de austeridad
Desde la
Organización en la que me integro, queremos elevar la voz para exigir que no
haya mas restricciones en los derechos de las mujeres, basta ya de feminizar la
pobreza, superamos en casi un punto el paro masculino, la brecha salarial sigue
abriéndose cada día mas, somos las peor paradas en la nueva ley de tasas del señor Gallardón y cada
día tenemos menos oportunidades de
participar en la vida política y social de nuestro país.
Las mujeres
hemos demostrado estar capacitadas y tenemos derecho a tener las mismas
oportunidades que los hombres. Ya ha sido bastante penoso durante siglos vivir
en un mundo hecho por los hombres y para los hombres. NO SOMOS UNA COSTILLA DE NADIE.
Carmen Conde
Carmen: comparto tu empeño en la lucha de las mujeres. Cada crisis en cada ciclo económico se lleva por delante derechos y oportunidades de igualdad real. Las políticas dirigidas a ello son las primeras que se caen de los presupuestos, la invisibilidad de los efectos de los recortes es histórica y las voces discordantes silenciadas con burlas (lo queréis todo, mandáis más que nadie...) y alevosía (pa casa todas a cuidar de la familia). Gracias por tu compromiso político y adelante!!!Ana Alonso.
ResponderEliminarDe un tiempo a esta parte prefiero emplear la palabra “tarea” en lugar de la de “lucha” a la acción de seguir reivindicando derechos. Parece que aún no hemos gritado lo suficientemente fuerte que no vamos a dejar de estar a ello. ¡Como las hormiguitas vamos!… Qué les deshaces su caminito e inmediatamente hacen otro.
ResponderEliminarCreo que se necesita gran dosis de voluntad, paciencia, y buen humor para enfrentar algunas frases como las que tu señalas Ana, a las que añado… “¿Qué haces soltera a ésta edad? ¡Se te va a pasar el arroz!” O “No trabajes tanto, tienes que vivir más la vida” Si rechazas un polvete fácil, jeje!…
Algunos llevan mal que seas independiente y que no les necesites. ¿Será eso lo que les molesta? Y no es que piense que el aún machismo predominante en nuestra sociedad vaya a por el género femenino, o que tenga algún interés en perjudicarnos especialmente, pero si que es verdad que si no hay mucho para repartir, y en abundancia, los recortes primero van dirigidos a nosotras antes que a nadie…
Saben que somos espabiladas, que sabemos salir de todo. Si no hay trabajo en una oficina, nos empleamos en una tintorería, cuidamos niños, o vamos a limpiar escaleras, o lo que haga falta…
Algún día serán capaces de reconocerlo, y valorarlo como es debido.