_ ¡De verdad! Que se me subieron los colores, Mari, y yo no soy de esas que se asustan por cualquier cosa...
_ pero ¿fué para tanto, mujer? Yo ya me la encontré varias veces por la calle y vale, muy acaramelada, eso sí, así muy pegada a él pero...
_ ¡Que si! el día que quedamos las compañeras de la oficina para ir a cenar... bueno, pues después nos fuimos a la disco esa de al lado del ayuntamiento... ¿sabes cual te digo? esa que está llena de gente mayor, ya entrada en años...
_ Un desguace... Si, aquí se les llama así, es peyorativo, pero tiene su gracia...
_ Jajaja... bueno pues a lo que iba... que nada más entrar, en una mesa del fondo ya me fijé que había una pareja dándose el lote... pero bien... ¡no veas! un morreo... que ya me llamó la atención que una gente tan mayor... oye de 50 y muchos años... allí en plan adolescente.... pues ya me pareció... bueno, un poco vergonzoso... Pero... ¡ay guapa! en una de estas que vuelvo a mirar.... porque se me iban los ojos, lo reconozco, y miro y la veo ella.... quedé.... ¡a cuadros! ¡no sabía donde meterme!
_ Bueno mujer, qué exagerada eres... a fin de cuentas es su rollo... A nosotras nos parece un poco raro, pero en el fondo.... no tiene importancia, son personas adultas y no haciendo daño a nadie pues.... ¡que hagan lo que quieran!
_ Que sí, que a mi me da igual.... pero.... ¡di la verdad! una mujer, a sus años... ahí a la vista de cualquiera... con un calentón... Y además... lo otro, ya sabes, que quieras que no.... ¿cuánto hace? ¿un año que quedó viuda? Y mira que estaba hecha polvo, la pobre... que lo pasó mal... ¡o eso decía ella! que viéndola ahora....
_ ¡Mira que eres! ya sabía yo que iba a salir a relucir lo de que es viuda...
_ ¡que no! ¡que no es por eso! que ya sabes que a mi... me da igual, yo en eso no me meto, pero cualquiera lo puede pensar... ¿o no? que la gente es muy mala para esas cosas y yo te lo digo a ti, que tengo confianza contigo....
_ Cualquiera, cualquiera.... ¿qué mas da lo que piense la gente? quienes la conocemos sabemos de sobra que el día que Manolo murió, dios me perdone, esta pobre mujer descansó.... y la prueba es esa, ya ves, que anda por ahí, feliz, con un novio que le da vidilla y se nota, que va por la calle con una sonrisa y una felicidad que se le sale por los ojos....
_ Bueno, es verdad, pero... ¿no me digas que no te parecería raro encontrártela en ese plan?.. no me digas que no.... que tú vas siempre de defensora de lo indefendible... que parecía que tenían 15 años... ¡no fastidies!
_ Pues de verdad te lo digo, que me da igual, que me alegro por ella.. ¿tu no?
_ Ya te dije que no es por eso.... es.... por lo otro... que tiene una edad.... ¿y si la ve su hija en ese plan? ¿qué pensaría?
_ Desde luego, Loli, eres experta en complicarlo todo... Pues no la vió, la viste tú. No sé cómo reaccionaría su hija, igual le parece bien ver a su madre feliz, viva y vibrante en los brazos de un hombre que... ¡ya sabes! Jajaja... ¿no será que te da envidia?
_ ¿qué dices? ¡que va!... ¡que no! ¡deja de mirarme así... que me da la risa!
_ ¿sabes qué pienso? en serio... que siempre se ha visto mal las demostraciones públicas de afecto...
_ eso era más que afecto, no me digas que no...
_ bueno, pues eso, que siempre en esos casos somos las mujeres las que estamos en el corre ve y dile de turno, porque, a ver... ¿qué pensarían sus amigos de él si le hubieran visto? ¿eh?
_ jajaja, pues ya sabes, mujer, que qué bien le va... que vaya como aprovecha el tiempo... esas cosas...
_ pues eso, en cambio a nosotras...qué... y nosotras mismas hablamos de ella, no de él... deberíamos ser más comprensivas entre nosotras, menos prejuiciosas con los temas sexuales... el sexo forma parte de la vida, deberíamos verlo como una demostración de alegría, de ganas de vivir... No hemos dicho ni una palabra sobre su acompañante, hizo lo mismo que ella y sin embargo no nos resultó ni raro, ni chocante...
_ ya... es la educación... hemos estado muy reprimidas... muchos años... siempre nos han inducido a enfrentarnos unas a otras, como si fuéramos rivales...
_ si, antes.... pero ahora seguimos, sin querer, juzgando comportamientos, forma de vestir, peinados, arrugas... quizá sea ésto una de las primeras cosas que deberíamos aprender... a respetarnos y apoyarnos entre nosotras...
_ igual que ellos...¿eh? que bien que se defienden y se perdonan todo entre ellos... solidaridad a tope...
_ pues eso...
La palabra sororidad se deriva de la hermandad entre mujeres, el percibirse como iguales que pueden aliarse, compartir y, sobre todo, cambiar su realidad debido a que todas, de diversas maneras, hemos experimentado la opresión. Es un resumen de todo un concepto filosófico más amplio y profundo, pero como idea se acerca.
Frambuesa
Imagen Iana: fotografía de óleo de Miche, copia de la obra "Danza entorno al becerro de oro" de Emil Nolde
Vivimos en la creencia de que todas/os hemos evolucionado en según que comportamientos. En el caso que nos ocupa no me atrevería a opinar si es mejor o peor que una persona tenga una edad tope para cumplir alguna de sus ilusiones o simplemente para ejercer su libertad, porque en definitiva de eso se trata.
ResponderEliminarNo todo el mundo puede recuperar vida después de haber pasado por un matrimonio, que no tuvo porque ser malo, haber criado a su hijos y quizás estar ejerciendo de abuela. Pero no porque no quiera, sino porque el egoísmo del entorno familiar y de las amistades muchas veces no lo permite.
Para no alargarme contaré una anécdota de una de mis tías abuelas, hermana de mi abuela materna. Se llama Amelia y tiene 93 años.
Hace 40 años era modista. Conducía, viajaba, y leía a los clásicos. Se casó pero no tuvo hijos. A su edad es una persona con una vitalidad semejante a las de 65 años, siempre con su peluquería, su manicura y su toque de rouge en los labios. Se caso con un buen hombre pero no tuvo hijos con lo cual nunca nadie le ha puesto freno a lo que ella quería hacer.
Una vez viuda (hace más de 30 años) se instaló en su casa de Ibiza y allí entabló una relación de amistad con un señor alemán y se hicieron novios.
Siempre fue una relación muy peculiar puesto que él vivía en Alemania y ella en Barcelona, se reunían cuando lo decidían entre los dos durante el año y los veranos los pasaban en Ibiza.
Hoy en día éste señor tiene 97 años está muy mal de salud y sus hijos no le dejan volver a Ibiza con lo cual no pasan tanto tiempo juntos.
Hable con mi tía abuela hace unos meses y me llamó la atención como le brillaban los ojos de emoción cuando hablaba de él y de sus llamadas telefónicas. No lo hacía con nostalgia como quien habla de un sentimiento acabado o desgastado por el tiempo, sino todo lo contrario se notaba que entre los dos había algo vivo y bien vivo.
Por lo tanto, a mi no me cabe la menor duda de que amar es intemporal.
Alba, la realidad supera la ficción, esa historia de Amelia es digna de una novela, película o similar, lo que es claro es que es una magnífica historia de amor y libertad, real como la vida misma. Ana Alonso
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