30 de julio de 2012

La realidad y la “otra”



Últimamente duermo no muy bien, cosa extraña en mi, pero es que me acuesto escuchando noticias o leyendo cosas que me han llevado a pensar que no entiendo nada o que, al contrario, entiendo demasiado y me explico. Nunca pensé que toda una vida de lucha de todos aquellos que nos precedieron, no sirviera para hacer un mundo mejor, más ético y más justo. Y la cruda realidad nos devuelve una imagen nada alentadora: la justicia, la equidad, la solidaridad, los valores que conforman una sociedad se venden cada vez más caros literalmente porque los especuladores ponen precio a la vida de una familia cuando la echan a la calle, a un trabajador cuando le despiden, a una mujer maltratada cuando no tiene donde refugiarse, a un enfermo que no puede pagar sus medicinas, a un niño cuando le privan de su profesor de apoyo…. Y así hasta el infinito y mucho más.

26 de julio de 2012

Aborto, Maniega y mujer...


Cuando hablamos de traer una vida al mundo, inconscientemente se nos viene a la cabeza la imagen de un precioso bebé con grandes ojos y sonrisa de anuncio, no pensamos que en esas primeras etapas del embarazo, cada quién con su creencia, visibiliza a un ser humano o un ovulo fecundado por el espermatozoide más veloz. Es un tema delicado porque se trata de fiscalizar algo tan natural e importante cómo nuestra llegada al mundo.

Según las declaraciones efectuadas por la diputada avilesina Carmen Maniega, las modificaciones en la Ley del Aborto pretenden <tener en cuenta los derechos del niño no nacido> por lo que rechaza literalmente <que se plantee como cuestión de los derechos de la mujer>. Lo que omite la diputada, es que esa mujer es la madre, la persona que junto a su pareja -o de forma independiente- tendrá la obligación social, moral y legal de otorgar una educación, sanidad, alimento al no nacido… o lo que es lo mismo, pagarle los estudios, cuidarle días y noches en los que enferme, acompañarle al medico, darle el desayuno y tres comidas más, enseñarle a hablar y escuchar, a ser honrado y trabajar, preocuparse continuamente por él y su bienestar, motivarle para el deporte, enseñarle a caminar y levantarse etc. etc. etc. además claro está, de ser ella quien sufrirá en su cuerpo las alteraciones naturales del embarazo. Así a lo largo de su primera etapa, hasta que se valga -si es que puede llegar a hacerlo- por si mismo y por demás, la “vida” se lo permite. Todo eso debe hacerlo cumpliendo al mismo tiempo con obligaciones propias de adulto: pagar, pagar y trabajar; pagar, pagar y trabajar.

13 de julio de 2012

Te compadezco, tanto "nombre" y tan poco cerebro.


Sra. Fabra,

Como mujer siempre pensé que de mi boca jamás saldrían calificaciones que pusieran en duda el valor de una persona por su condición sexual, me equivoqué, una vez más la vida me enseña que no se puede escupir hacia arriba. Usted ocupa una silla por horas de las que nos cuestan un dineral y que está para algo más que para producir incomodas almorranas; está para que quien la use, defienda todas aquellas políticas que beneficien al conjunto de seres humanos que votaron introduciendo su confianza en la urna a través de una papeleta electoral en la que se incluía su nombre.

Su madre y su padre no sabían, cuando echaron el <polvo> de nuestra desgracia, si aquello que pronto nacería sería mujer u hombre; a mi entender da igual, si fuera hombre también le habrían enchufado en la política por ser hijo de quien es. Si que es verdad que no sería de la misma manera, a usted la meten por cupo y de haber sido varón, seguro que por orgullo patriarcal. Es más, me atrevería a apostar también que no estaría sentada en una silla tan lejana al presi, más bien estaría ocupando un asiento más “similar”, al menos, a la hora de cobrar y mandar. << Lástima seas mujer, te han dejado el triste papel de la niña, de la muñequita de papel. >>

5 de julio de 2012

¡Arriba Minería!!!!

      Soy de una tierra donde la Solidaridad entre la clase trabajadora se mama.Aunque no me fuí a vivir a Langreo hasta los 15 años, siempre me he considerado de La Cuenca por devoción.He estado vinculada a las cuencas y a la minería desde que nací; hija de picador, con el "Pozu Venturo" enfrente de las casa de mi abuelo y mi abuela, que por cierto,enterró a un hermano minero con 16 años. Fuí creciendo en este ambiente negro, sucio de polvo del carbón; pero no he conocido jamás tanto compañerismo y coraje entre laclase trabajadora.
    Los mineros y las mineras, que aunque antes no trabajaban mujeres en la mina, eran de otra pasta, ni mejores ni peores, simplemente diferentes, tienen hasta su propia "lengua", definiciones que sólo he escuchado en las cuencas entre sus gentes. La nómina : "el libramientu"; la paga extra: "el paguitu"; Hunosa :" la empresa" ; baja por accidente laboral : "tar mancau"; baja por enfermedad común : "tar jodiu"; el ayudante :"el güaje"...