Un café contigo: Carmen Conde

 Ayer mujer, obrera y ciudadana; hoy madre, compañera y vecina

El cambio al <mundo de la política> de quienes defienden desde el puesto de trabajo los derechos de la clase obrera, supone un importante giro en la rutina personal. Se dice que la casa del pueblo funciona como una empresa, lo que puede resultar cuanto menos paradójico, aunque -cómo he podido comprobar en esta entrevista- no lo es tanto para ella… Carmen Conde: ayer mujer, obrera y ciudadana; hoy madre, compañera y vecina; la misma manera de amar al mundo, distinta forma de defenderlo.

Antes que sindicalista te defines como trabajadora, antes que política como ciudadana. ¿Antes que feminista? Persona…

Qué te ha causado mayor sentimiento de discriminación, ¿ser mujer o ser joven? El hecho de ser mujer y trabajadora sin duda alguna. Un sector como el sanitario -dónde más del 75% somos mujeres-, visibiliza muy bien la realidad. Adjudica los puestos de responsabilidad y/o de confianza al minoritario sexo masculino, evidenciando como la mujer parte con una clara desigualdad. Siendo más, “mandamos” menos.

Quienes están más presentes en tu cabeza, ¿quienes representas o a quienes te enfrentas? Evidentemente a las personas a las que represento. Las demás, las personas a las que me enfrento… es una cuestión puntual, momentos concretos, no me preocupan en absoluto.

Si pudieras cambiar una sola Ley ¿Cuál sería? Es muy difícil; hay varias que habría que cambiar y mejorar, te puedes imaginar que sobre todo las sociales, las que afectan e influyen directamente en la vida de la gente… La Ley electoral; cambiar esa Ley sería además la llave para iniciar el cambio del resto.

Dónde marcas las fronteras de Avilés. Soy anti-fronteras; las fronteras son líneas en el mapa, que están marcadas y que asumo pero yo no marco fronteras. Para mi mis problemas son los mismos e igual de importantes que los del vecino de <La Tabla> de donde viene el camino…

Tres rutinas que has cambiado… el pincho de la mañana en el Hospital San Agustín ¡qué era algo que me encantaba!  … de momento ninguna más.

Dos que no… El café de la mañana con mi compañera Evelia, algo imprescindible y necesario para no perder el contacto con los compañeros del sindicato y el hospital; la cervecita con mis vecinos en el bar Castañeda casi todos los días por la noche.

Y la que te gustaría cambiar y no puedes. Solo hay que caminar e ir adelante, me adapto bien a las cosas. Simplemente es aprender otras formas y tiempos para aplicarlos a los mismos fines.

¿Qué le preguntarías a Carmen Conde concejala cómo Carmen Conde ciudadana? Le preguntaría bastantes cosas; quizá la más importante -o a mí me parece muy importante-, cómo se ven las cosas, el ambiente en el Ayto., cómo se ve la calle cuándo se asoman a la ventana. ¿Y le responderías? Es muy interesante lo que comentan al pasar cuando creen que no les escuchas, la gente que se sienta y pasea ante la ventana es en parte la voz de la ciudad.

Ser de Izquierdas no es incompatible con tener dinero; ser obrero si lo es con ser de derechas, pero, ¿parecer de derechas siendo de izquierdas y sin dinero? Justamente mi perfil es ese… me encanta jugar al despiste, es muy interesante;  desde luego ni voy a tener más dinero, ni voy a dejar de ser de izquierdas y soy como soy físicamente… no rehúyo de ello ni lo haré.

            Tomatito Cherry.