Mapy Artidiello Pérez es la Secretaria de Mujer y Cultura de CCOO de Asturias desde el pasado mes de Enero en que asumió ésta responsabilidad. Proviene del sector agroalimentario en el que trabajó durante 12 años. En 2001 comenzó su andadura sindical como representante de CCOO, más tarde en la Comisión Ejecutiva de Siero-Piloña en la que, en 2004, es nombrada Secretaria de Mujer en la comarca. Posteriormente se incorpora a los grupos de extensión de la Federación de Industria en la que también asumió la Secretaría de Igualdad.
1.- ¿Cómo enfrentas tu nueva responsabilidad al frente de la Secretaría de Mujer y Cultura de CCOO de Asturias?
Con humildad y con ilusión. Con humildad porque es un reto importante que asusta un poquito, porque vengo de una Federación donde el trabajo es más limitado a la problemática de esa Federación, sin embargo este es un ámbito más amplio de trabajo. Con ilusión porque me gusta el campo en el que voy a trabajar y el equipo de personas con el que compartiré trabajo estos cuatro años.
2.- ¿Qué aspectos de tu próximo trabajo consideras más relevantes?
Todo, pero si he de destacar uno, tal vez el conseguir que las personas que tienen responsabilidad en las mesas de negociación consideren que los Planes de Igualdad son parte importante en la Negociación Colectiva , trabajar en conjunto con la Secretaría de Acción Sindical para que se corrija esa tendencia a no ser valorados en su justa medida.
3.- ¿Crees que aún es necesaria la existencia de las secretarías de mujer en CCOO? ¿Por qué?
Las Secretarías de la Mujer son necesarias por varias razones: las mujeres nos hemos incorporado al Sindicato más tarde que los hombres, en sus inicios apenas teníamos presencia, y eso ha hecho que no se nos visualice, y con ello los problemas a los que nos enfrentamos en nuestro ámbito de trabajo. Por otra parte, son un instrumento más de defensa de la igualdad, ya que hay quienes aún no ven la desigualdad como un problema de consecuencias terribles, y también es reflejo de la educación de la sociedad.
4.- ¿crees que hay una visión sindical distinta de las mujeres? ¿En qué aspectos? y en ese caso ¿cómo podría el sindicato adoptar esa visión?
Según en que temas, hay contenidos que por principios sindicales compartimos, y luego otros que discrepamos, como ejemplo, para negociar las horas de trabajo es imprescindible identificar cómo se distribuye el tiempo de trabajo, mirar que la vida y el trabajo tiene que funcionar simultáneamente, y esto nuestros compañeros aún no lo ven.
Por regla general las mujeres somos menos excluyentes, tenemos una visión más amplia de la problemática, no nos cerramos ante una idea con tanta facilidad como nuestros compañeros. Y eso nos da una baza más a la hora de afrontar problemas que se nos presentan.
Esta visión se tendrá en cuenta cuando las responsabilidades sean para todas las personas por igual en ambos ámbitos. “Lo que no se conoce no se puede defender”
5.- ¿Qué papel consideras que debemos tener las mujeres de CCOO en el sindicato?
Debemos tener más presencia, más en las mesas de negociación, más en secretarías que hasta el momento son de generalizada hegemonía masculina. Tener el peso y la voz que haga que cambie esta visión parcelaria de la contribución de las mujeres al Sindicato.
6.- ¿qué piensas como mujer y sindicalista ante las noticias de la prensa?
Creo que en las redacciones de muchos medios de comunicación hace falta más formación en igualdad de género y uso de lenguaje no sexista. Puedo reconocer que a veces cuesta más hacer una noticia cuidando el lenguaje no excluyente, pero pienso que todo es cuestión de práctica. Y en casos de violencia, a veces, es terrible, cómo caen en prácticas que pueden ser muy periodísticas pero que hieren, y ante todo hay que saber respetar.