El orden de las cosas, cortometraje de los hermanos César y José Esteban Alenda que aquí presentamos en la sección Un café del blog Ensalada de Rojas es una hermosa, triste, emocionante y metafórica, entre otros miles más de adjetivos, representación de la violencia de género.
Mi amigo que lo vió me comenta entusiasmado que le gustó, ¡es preciosa!, me dice. Y nos enzarzamos en el asunto, que si la educación, los estereotipos, la igualdad de oportunidades... ¡tolerancia cero!, exclama convencido e indignado y añade ¡ante el primer indicio, actuar! ¡que denuncie!....
Aquí, la conversación se interrumpe pues en la terraza del bar donde nos exponen a fumar, irrumpieron unos amigos suyos que alborozados se saludaron y contaron sus cuitas así, de corrido y de risas y las miradas de reojo de rigor hacia mi desconocida persona y mujer (con una edad, añado) y aún de hito en hito, el escrutinio a la que soy sometida es total en cuestión de minutos. Toda una vida sometidas al examen, valoración y juicio que los hombres imponen a las mujeres, en todos los ámbitos y en todos los aspectos. Todas las vidas de las mujeres desde hace milenios, son dirigidas, diseñadas, manipuladas bajo el prisma de la supremacía de los hombres en todos los ámbitos y en todos los aspectos.
La presión es opresión. Siempre. En todas las medidas.No importa si es poca o mucha.
El patriarcado, ese sistema criminal que alienta el funcionamiento del mundo de hombres sobre las mujeres,y que se entremezcla con los sistemas tradicionales y milenarios de dominación según la clase social, raza, religión... etc y se alimentan.
¡Tolerancia cero!, exclama mi amigo, buena persona, buena gente, comprometido con mil causas nobles, militante en sus ratos libres. Pero se tolera.
En la política de recortes de este gobierno atroz que tenemos, en fidelidad inquebrantable a las exigencias del mercado, el mayor impacto negativo se da en las partidas relacionadas con las mujeres. En todos los ámbitos, en todos los aspectos y en todas las medidas.
Denuncia. Los recortes afectan a los recursos policiales, judiciales, casas de acogida, medidas de protección, sanitarias... El entramado institucional que puede salvar la vida, proteger a las mujeres que denuncian, dar una atención a menores... esa estructura se está derrumbando...
Este gobierno atenta contra los derechos humanos de las mujeres, de forma consciente y con alevosía en fidelidad al patriarcado que tanto les beneficia.
Que denuncie. Ella. La que está siendo maltratada, ya anulada como persona, la que está muerta de miedo, la que piensa y repiensa qué hacer con los hijos, con las hijas... Ella que está cansada de ocultarse, de mentir, de disculpar... Ella tiene que denunciar en una comisaría donde tal vez no la crean, no la comprendan... Ella que oye y lee que el drama es el de los hombres maltratados... tal vez piense que la culpa de lo que le pasa es suya. Ella que tal vez no tenga empleo porque lo dejó por la crianza, la casa, la familia, el hogar... Ella que cuando se decida, tal vez no funcione la cadena de protección (casa de acogida, juzgados, empleo, orden de protección, custodia compartida impuesta...) Ella. Que denuncie. Nosotras que eduquemos. Nosotras que no estemos todo el tiempo con lo mismo, con el sexismo, el machismo, la igualdad... Nosotras que nos vistamos así y andando, que sigamos cuidando, criando, abandonando los empleos. Nosotras que no vayamos solas por la calle, que no despreciemos el piropo, que sigamos tolerando mujeres desnudas anunciando quesos (por ejemplo). Nosotras, las que históricamente venimos desordenando el orden de las coas, enredando, dando la nota, denunciando, señalando, gritando. Ella...Nosotras... Sigue faltando el masculino, singular y plural en todo.
Frambuesa.
(Cartel ganador del concurso organizado por la S. Mujer de CCOO de Asturias, obra de Alejandra Matallanas)
Que denuncie. Ella. La que está siendo maltratada, ya anulada como persona, la que está muerta de miedo, la que piensa y repiensa qué hacer con los hijos, con las hijas... Ella que está cansada de ocultarse, de mentir, de disculpar... Ella tiene que denunciar en una comisaría donde tal vez no la crean, no la comprendan... Ella que oye y lee que el drama es el de los hombres maltratados... tal vez piense que la culpa de lo que le pasa es suya. Ella que tal vez no tenga empleo porque lo dejó por la crianza, la casa, la familia, el hogar... Ella que cuando se decida, tal vez no funcione la cadena de protección (casa de acogida, juzgados, empleo, orden de protección, custodia compartida impuesta...) Ella. Que denuncie. Nosotras que eduquemos. Nosotras que no estemos todo el tiempo con lo mismo, con el sexismo, el machismo, la igualdad... Nosotras que nos vistamos así y andando, que sigamos cuidando, criando, abandonando los empleos. Nosotras que no vayamos solas por la calle, que no despreciemos el piropo, que sigamos tolerando mujeres desnudas anunciando quesos (por ejemplo). Nosotras, las que históricamente venimos desordenando el orden de las coas, enredando, dando la nota, denunciando, señalando, gritando. Ella...Nosotras... Sigue faltando el masculino, singular y plural en todo.
Frambuesa.
(Cartel ganador del concurso organizado por la S. Mujer de CCOO de Asturias, obra de Alejandra Matallanas)